Mirage fusiona la efímera belleza de las flores con la transición sutil entre lo tangible y lo digital. Imagina pétalos que se desvanecen, disolviéndose en pixeles sobre la superficie acuática. Esta visión etérea yuxtapone la fragilidad de la naturaleza con la digitalización imparable, simbolizando la delgada línea que separa la realidad del mundo virtual.

Los tonos suaves de los florales fundiéndose con el agua al pixelarse, crean una armonía visual única, donde cada pieza se convierte en un lienzo poético que refleja la conexión intrínseca entre lo efímero y lo eterno.